Divendres Rubalcaba

Las elecciones europeas deciden los eurodiputados que estarán en Bruselas y en Estrasburgo en los próximos cinco años. Con el Tratado de Lisboa, estas elecciones cobraban una especial atención. Si queremos que Europa pueda ser algún día un estado para todos los ciudadanos europeos, como lo es Estados Unidos, el paso adelante era importante. Todos los ciudadanos han podido votar, efectivamente, a sus familias políticas, que se agrupan en Bruselas, y que tenían, cada una de ellas, un candidato a la presidencia de la Comisión Europea, fuera Juncker, Schulz, o Tsipras. El Consejo Europeo, es decir, los estados, acabarán proponiendo un presidente de la Comisión, pero será el Parlamento Europeo el que dé el visto bueno final, teniendo en cuenta los votos alcanzados por su fuerza política en las elecciones.

Pero es cierto que los ciudadanos votan con escasa información, y lo hacen en clave nacional. Y para ello no dudan en ejercer su derecho a la protesta, votando por formaciones ajenas a las suyas de toda la vida. Esta vez, sin embargo, en España ese voto en las europeas podría ser algo distinto. Se ha roto el bipartidismo, entre el PP y el PSOE, y los socialistas han salido especialmente malparados. Tanto, que han llevado a su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, a renunciar a seguir al frente.

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En Catalunya la motivación de los electores era otra. Se quería demostrar, por parte del movimiento independentista, que los catalanes desean con toda su alma poder votar el 9 de noviembre en una consulta soberanista. Pero el porcentaje de participación, que ha aumentado diez puntos, hasta llegar al 47%, no es muy diferente al expresado en el resto de España, con un 45%. En ese asunto, por tanto, los independentistas no han logrado su objetivo. ¿Qué hubiera sucedido con un 60% de participación, por ejemplo?

El hecho es que las elecciones las ha ganado Esquerra Republicana. Y ello condiciona el proceso, aunque CiU pueda alegar que ha ganado 107.000 votos respecto a las europeas de 2009. El President Mas, que tiene la llave para adelantar las elecciones al Parlament de Catalunya cuando lo considere oportuno, tiene detrás a Esquerra, que quiere esa consulta sí o sí, le guste al Gobierno español sí o no, sea legal o no.

Estamos ante un problema de gran envergadura. Las europeas son europeas, pero han dejado en Catalunya una situación muy compleja, con el PSC desencajado, en beneficio, también, de Esquerra.

De todo esto se habló en el debate de TV3, en el programa Divendres, con puntos de vista opuestos, entre la defensa de Mas, como garante de todo el proceso, y la constatación de que ha salido debilitado.